domingo, 30 de agosto de 2009

El malestar corporal: otra dimensión de la confrontación social. Franco Damiano

PALABRAS CLAVES. Conflicto, cuerpo, relaciones sociales, obediencia

Existen distintas imágenes que nos permiten diferenciar lo que es un conflicto de lo que no lo es. Dichas imágenes, sin embargo, pueden constituirse en un obstáculo a la hora de identificar nuevas dimensiones y observables.

En este sentido, considerar al cuerpo como un campo de confrontación de relaciones sociales permite vislumbrar otras formas en que el conflicto se hace presente. Allí donde en apariencia no sucedería nada, se hacen carne las múltiples implicancias de las relaciones sociales, enfrentándonos al desafío de realizar nuevas preguntas como así también, de desarrollar herramientas acordes de medición.

Al respecto, nos proponemos explorar en este trabajo las manifestaciones de un tipo especial de conflicto: aquel se expresa cuando una autoridad emite una orden que entra en contradicción con la identidad de quien o quienes la reciben (o sea, los subordinados).

Dado que la negativa a obedecer es un tipo de reacción poco frecuente, nos abocaremos a indagar en el cuerpo las manifestaciones de descontento que, sin llegar a constituirse en una abierta desobediencia, indican la presencia de un conflicto, de una resistencia, de un malestar.

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viernes, 21 de agosto de 2009

INVITACIÓN A FORO - GT 26. Martes 1° sept. De 15 a 17 hs.

En el marco del XXVII Congreso ALAS tenemos el agrado de invitarlos a
participar del Foro: ¿Qué cuerpo(s)? Reflexiones sobre la corporalidad en y desde
experiencias colectivas a desarrollarse el día martes 1º de Septiembre en el horario de 15 a 17 hs, en el aula de la Planta Baja de Marcelo T. de Alvear 2230, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el año 2007, en el marco de las actividades del XXVI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología que tuvo lugar entre el 13 y 18 de agosto en la Ciudad de Guadalajara, México, nos reunimos por primera vez como Grupo de Trabajo. Desde esos días venimos construyendo un espacio de institucionalización y de compromiso político con la temática de los cuerpos y las emociones que no existía en la Sociología Latinoamericana.
En esta oportunidad, proponemos encontrarnos a dialogar desde la experiencia, saberes
y conocimientos con actores colectivos provenientes del campo de la salud, el trabajo comunitario, el arte y la academia acerca de las conexiones - desconexiones entre emociones y cuerpos en el contexto de los procesos de estructuración social vigentes.

Será nuestro objetivo sumar miradas de cuerpos en resistencia, abriendo el diálogo desde experiencias colectivas en torno a cinco ejes temáticos: Resistencia, Soledad, Cuerpos, Diálogo y Contexto.

Participantes confirmados:
· El Entre – Buenos Aires
· Asociación Civil Tagua – Unquillo, Córdoba
· Programa de Extensión “La Producción Social de la Discapacidad”- UNER
· Grupo Cultural en el Hospital Municipal J. L. Borda – Buenos Aires
· Mercedes Liska – IIGG-UBA

Modalidad de trabajo:
* Presentación de los participantes.
* Apertura.
* Intercambio general entre todos los participantes y asistentes.

Esperando contar con su valioso aporte, nos despedimos cordialmente.

Coordinadoras: Carolina Ferrante, Delia Franco
Ana Lucía Cervio y Victoria D’hers

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"Con-textos corpóreos". Juan Martín Olivares Orozco



Obra: Con-texto de Pablo Neruda

El ojo que la mira
Blanca Álvarez Caballero
A mi amigo Martín Olivares

I
Ando buscando cómo hacerlo,
cómo atrapar un cuerpo femenino que se oculta
tras las delgadas huellas que sólo ellos conocen.
Un cuerpo femenino intermitente: el cómplice del ojo que lo mira.
El del vello escondido, la larguísima pierna y los cabellos al aire sin demora.
Ando buscando un cuerpo peregrino de mi lente.
Un cuerpo revelado en sus secretos:
la fruta en la montaña, el lentísimo cuello, nuestro ombligo.
Ando buscando un cuerpo que cruce por mi senda;
un cuerpo de palabras y siluetas,
de sonidos y sombras,
de quimeras.
Ando buscando un cuerpo desnudo y en lo oscuro:
el ojo brillantisimo, la pestaña sentida levemente.
Ando buscando un cuerpo de círculos de horas
y de miradas fijas en los sueños.
Ando buscando un cuerpo: imperio del olfato de mi vista,
textura siempre nueva en su horizonte.
Ando buscando líneas perdidas en tu espalda, las rodillas hundidas,
la v de la victoria entre tu espacio.
Ando buscando erizarte la piel con mi recuerdo,
dejarte recostada, sirena entre las nubes.
Ando buscando que me quieras,
que me hagas el favor de posar las horas tristes,
los alejados tiempos del trabajo en la oficina,
la joya del momento en que te espero.
Ando deseando impostergable que sonrías,
que seas para mis ojos porcelana al alba seca,
taza de plata y lumbre de peces en la noche.
Ando deseando hallarte más de luna que el claro de Debussi,
más serenata que Glenn Miller en los mares.
Ando buscando ser el ojo que te atisba,
el incansable voyerista de tus senos,
el invasor de mundos que te nombran:
el eterno.

II

Yo soy el lente que descubre tus silencios.
El compañero de Neruda, Aridjis, Benedetti.
El cantor de tu piel con miradas serpentinas,
con párpados bruscos o sonrientes,
con el certero martillazo del francotirador perfecto.
El que arriba a tu espalda y la desnuda.
El que atisba erizados momentos de tus senos
con tan sólo acercar o alejar mi alma en vilo.
El que sueña con verte: sueño inmortal,
palabras aún no dichas en la inmediatez de una portada de revista.
El que gira en su espejo los contextos corpóreos de tu sexo,
los contextos corpóreos del deseo;
Ése: el ojo que te mira.


III

El ojo que la mira frente a frente quiere tenerla toda, toda entre su lente.
El ojo que la observa así, de cerca, le pide pose de pie o sentada
con las caderas a pleno vuelo en su mirada.
El ojo que la mira se enloquece con su delgado cuello y sus senos erectos, diminutos.
El ojo que la mira organiza una danza de atisbos, movimientos,
pero ha olvidado el rostro y las manos de ella por completo.
El ojo que la mira la fragmenta, la integra y la devuelve párpado largo
que ha enmarcado sus pestañas con el canto de Paz a su llegada.
El ojo que la mira entre los labios halla el aliento legendario de su pubis,
la larga espalda lisa, plena de Benedetti y de Juan Gelman.
El ojo que la mira revela las montañas de Neruda,
el color de la miel, la piel sedosa de Lolita.
El ojo que la mira se ha eclipsado
y es un contraste de esperas y recuerdos,
de luces y de sombras matutinas,
de contextos corpóreos en la noche,
de armonía.

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MUESTRA "Con-textos corpóreos". Juan Martín Olivares Orozco





UAEM, Toluca, México

Durante el Foro expondremos fotos de Juan Martín Olivares. Aquí una breve presentación: las imágenes Con-texto de Pierre Louÿs- Con-texto de Jaime Sabines

Abrazo fraternal.
GT 26.


El ojo que la mira. Blanca Álvarez Caballero
A mi amigo Martín Olivares

Yo soy de esas mujeres que han sido desnudadas por los hombres de los pies a la cabeza, de la mirada a la sonrisa, del intelecto a la superficie, de la palabra hasta el silencio. Yo soy de esas mujeres que poseen tatuajes de poesía sobre su pecho. De esas mujeres a las que alguna vez un poeta dedicó sobre la cama los versos Desnuda eres tan blanca como una de tus manos. Tienes líneas de luna, caminos de manzana -aún lo recuerdo-. Yo soy de esas mujeres que se gozan con la imagen. De las que veneran al poeta, al pintor y al fotógrafo que deifican a una de las bellezas más súblimes del planeta: la mujer. Por eso, celebro la fusión plástica y literaria que logró Martín Olivares en Con-textos corpóreos. Si acaso no me gusta que poco aparecen el rostro y las manos, que aparecen tímidamente y fragmentados; eco, quizá, de una postura feminista mía –la mujer tiene cabeza, no sólo cuerpo-, así como de mi atracción por el rostro y por las manos, grandes reveladores de personalidad.

En Con-textos corpóreos aprecio, entre otras cosas, el desborde de libertad creativa, de juegos con la flexibilidad de la figura femenina que, si bien tienen su antecedente en Orografía de tu cuerpo –conjunto fotográfico más clásico-, presentan una distancia evolutiva de esa muestra. Con-textos corpóreos me sublima por su intimismo lírico –el ocultar y revelar a un tiempo-, el natural fluir de las posturas femeninas –unas veces descansan, otras veces meditan-, el juego del close-up, así como la selección y disposición de textos literarios en las fotos; atmósfera toda inspiradora que no puede sino llevarme a presentarla a través de unos poemas; los cuales, espero, constituyan una invitación a disfrutar Contextos corpóreos, una oda a todo artista de la imagen y mi agradecimiento a Martín Olivares.

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jueves, 20 de agosto de 2009

Auto-Ajuda como Discurso sobre as Emoções: Um Olhar sobre a Produção Brasileira para a Crise da Meia-Idade. Talita Castro.

Programa de Pós-Graduação em Antropologia Social
Unicamp, Brasil.

A proliferação dos discursos da auto-ajuda constitui fenômeno de grande relevância no contexto cultural contemporâneo. Tomando o caso brasileiro como cenário específico, proponho a análise de uma produção particular dentro deste nicho: a saber, os livros dirigidos à crise da meia-idade de homens e mulheres, publicados por autores nacionais nas duas últimas décadas. Compartilhando dos pressupostos de Arlie Russell Hochschild, parto da compreensão da auto-ajuda como discurso privilegiado sobre as expectativas sócio-emocionais para a vida das pessoas. Trata-se de pensar em tais livros não como reflexo da realidade, mas como códigos que ajudam a pensá-la e que, ao mesmo tempo, também a constituem. Faz-se necessária, para tal, uma reflexão sobre o histórico deste gênero de produção cultural, para compreender as suas especificidades no contexto contemporâneo latino e, sobretudo, brasileiro.

Nesse sentido, busco compreender como a chamada crise da meia-idade é construída por tais textos: quais suas causas e seus indícios, os recursos que ela demanda e as possíveis soluções aventadas. Quais as perspectivas profissionais e as angústias existenciais que marcam essa determinada fase da vida? Como se colocam as relações familiares e de amizade? Como a sexualidade destes homens e mulheres, por volta dos quarenta ou cinqüenta anos de idade, é problematizada? Como são tomadas e significadas as transformações corporais que marcam esse momento do processo de envelhecimento? Há mais: trata-se de pensar nas implicações do ideário da crise da meia-idade levando-se em conta as inflexões de gênero, que marcam profunda e radicalmente as diferenças na forma como esta experiência de vida é registrada em tais livros.

Para tanto, mostra-se central a descrição etnográfica das categorias nativas, por assim dizer, do lobo e da loba. Erigidas no interior desta literatura nos primeiros anos da década de 1990, tais ideais espalham-se por outros contextos midiáticos e tornam-se referência, ao meu ver, para se pensar nas interfaces entre processos contemporâneos de negação da velhice, de multiplicação das marcas identitárias e de exaltação da juventude como valor. Com isso, procuro dar conta das interseções entre corpo, emoções e subjetividades, que são tema do presente Grupo de Trabalho.

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jueves, 13 de agosto de 2009

PROGRAMACIÓN del CONGRESO

Hola a todos nuevamente!
Aquí les indicamos el link para acceder a la programación completa del Congreso. Encontrarán la programación del GT 26 en el margen derecho de este Blog.

http://www.alas.fsoc.uba.ar/pdf/alas_programa.pdf

Además, queríamos agradecer los comentarios realizados y animarlos a continuar con el intercambio!!

Fraternal Abrazo

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Cuerpos despojados de carga simbólica: un análisis desde las prácticas corporales. Ricardo Crisorio y M. Valeria Emiliozzi

UNLP-CIMeCS-GEEC
ricardocrisorio@ciudad.com.ar
val_emiliozzi@hotmail.com

Una pregunta formulada por Michel Foucault “¿qué somos nosotros?” revela una faz, tal vez un aspecto, o un recorrido, para analizar el cuerpo de las prácticas corporales. Más aún, su modo de abordar cómo se constituye el sujeto, pone en tensión ciertos discursos sobre el cuerpo que enuncia la Educación Física.

“[…] el sujeto se constituye de una forma activa, a través de las prácticas de sí, estas prácticas no son sin embargo algo que se invente el individuo mismo. Constituyen esquemas que él encuentra en su cultura y que le son propuestos, sugeridos, impuestos por su cultura, su sociedad y su grupo social”.1


Los seres humanos son constituidos en sujetos y en objetos, y las prácticas, habitadas por el pensamiento, serán las que den las claves de transparencia para analizar el cuerpo de las prácticas corporales. Prácticas en tanto “[…] la racionalidad o la regularidad que organiza lo que los hombres hacen (sistemas de acción en la medida en que están habitados por el pensamiento), que tienen un carácter sistemático (saber, poder, ética) y general (recurrente), y que por ello constituyen una experiencia o un pensamiento”. 2

En suma, las prácticas y los modos de subjetivación permiten al sujeto constituirse y transformar su propio ser, despojando a la vida de su carácter formal, de su zoé, es decir, de su materia viviente. Este despojamiento de la vida siempre deja el espacio para alguna forma de bíos, de vida calificada, por lo que el dispositivo biopolítico conformará una herramienta clave para el análisis de los discursos sobre el cuerpo que el Diseño Curricular de Educación Física del Nivel Secundario de la Provincia de Buenos Aires presenta; pues define al mismo por fuera de las prácticas que lo constituyen, situando al cuerpo del lado de la zoé

Un organismo vacío de lenguaje

Expresión eminente de este discurso sobre el cuerpo, es la concepción organicista enunciada en el Diseño Curricular de Educación Física mencionado. Un extracto de ésta práctica discursiva nos deja “un organismo vacío de lenguaje”.

“El cuerpo constituye una dimensión significativa de la condición humana. No hay vida posible si no es a través del cuerpo y sin su construcción permanente a lo largo de la existencia. Esta construcción es simultáneamente orgánica y subjetiva […]”

El cuerpo constituye la condición humana sólo si se entiende que es secundario, que no se nace con un cuerpo.

En el sentido que le otorga Lacan, el cuerpo aparece como efecto de un Otro, es construido por un Otro, que hace del organismo vivo un cuerpo, habitándolo y dándole funcionalidad a los órganos a través del discurso en que el sujeto atrapa su forma corporal.

“El cuerpo […] constituye en primer lugar todo lo que puede llevar la marca apropiada para ordenarlo en una serie de significantes”.3

De este modo, el cuerpo no es una realidad primaria, no se nace con un cuerpo en tanto que lo viviente no es un cuerpo, sino que éste se construye gracias al otorgamiento de un cuerpo simbólico, por el lenguaje, que preexiste al sujeto.

Por ende, la construcción no es orgánica y subjetiva, es simbólica. El cuerpo es un efecto de esa cultura en la que se encuentra inmerso, es atravesado por el lenguaje, pues es en la palabra, en el discurso, donde el sujeto reconoce su subjetividad, y es con el poder fundador de la palabra con el que el sujeto nombra su cuerpo; es decir, cualquier forma imaginaria donde el sujeto reconozca su cuerpo, siempre tendrá como referencia las palabras y el discurso de donde cae su sentido, de acuerdo a las prácticas (maneras de hacer, pensar, decir) que lo constituyan.

El sujeto es anterior y posterior al cuerpo y puede permanecer aún después de la muerte del cuerpo. “Es pues el lenguaje quien nos atribuye un cuerpo y después nos lo otorga al unificarlo”.4 Por ello, la vida es posible sin el cuerpo. En el sentido que le otorga Lacan el cuerpo es secundario y aunque este muerto o vivo, se puede hablar de él; lo que pone aún más en tensión el enunciado de la práctica discusiva citada que afirma que “no hay vida posible, si no es a través del cuerpo”. La vida posible a través del cuerpo es la del viviente, no la del ser humano .El organismo, lo vivo, no es el cuerpo de las prácticas corporales: Un cuerpo construido por significante. Por ende, es posible vida humana si existe una cultura, o un orden simbólico que atraviesa y cambia la vida.

Las aristas que conforman la noción de biopolítica son una herramienta clave para analizar el horizonte que conduce a pensar el concepto de vida más allá del ser viviente. Michel Foucault define una biopolítica de la especie humana, en la que “[…] el problema es tomar en gestión la vida, los procesos biológicos del hombre-especie y asegurar no tanto su disciplina como su regulación”5.

No obstante, Roberto Esposito va más allá y pone en tensión el término de modo tal que el concepto de biopolítica como política de la vida se desvanece, pues el cuerpo humano es cada vez más desafiado y resulta imposible no introducir la techne.

“No sólo para Nietzsche. Pero ciertamente él percibe […] que estamos en un umbral más allá del cual lo denominado “hombre” entabla una relación distinta con su propia especie. Más allá de ese umbral, la especie misma se convierte en objeto- y sujeto- de una biopolítica potencialmente diferente de la que conocemos, en tanto relativa no sólo a la vida humana, sino también a su afuera, su otro, su después”.6

Es en este conjunto de ideas, detrás de ellas, donde lo bíos (vida cuyo ámbito es la política) fluye irremediablemente. En la constitución del sujeto, la vida, en tanto estructura material y física, esta en constante peligro de extinción. La vida biológica es atravesada por un modo de vivir, es decir que la zoé (vida biológica) ingresa en la polis convirtiéndose en objeto de la política; relumbrando por doquier una tendencia al aplastamiento de la política sobre el hecho biológico.

Por ende, no hace falta un cuerpo para que haya vida, sino tan sólo un organismo, esa materia que remite a la zoé, pero que las prácticas hacen que desaparezca, pues el cuerpo entra en una vida calificada, una forma de vida, bíos; que pone inexorablemente el enunciado sobre el cuerpo del Diseño Curricular de Educación Física en tensión.

Más aún, si nos remontamos al inicio de su denominación: Educación Física, en la que el vocablo física, según el Diccionario de la Real Academia Española, significa "perteneciente o relativo a la constitución y naturaleza corpórea […] lo que forma su constitución y naturaleza", es decir, al organismo, una serie de interrogantes se ponen de relieve, o bien, se despliegan. El cuerpo de las prácticas corporales ¿es el organismo que constituye el soporte material del cuerpo? ¿Qué queda fuera de ese conjunto de órganos de seres vivientes? Si bien el organismo es un conjunto de órganos que pueden ser tangibles, no alcanza para hacer un cuerpo. Por ello, indagar por fuera de ese soporte material, ir mas allá de las glándulas que transpiran, de las pulsaciones que sube o bajan, resulta trascendente para analizar el cuerpo que habita las prácticas corporales.

“El cuerpo no es sólo nuestro organismo, no es sólo huesos, músculos, articulaciones y órganos […] tampoco es sólo un sistema nervioso que organiza por sí mismo nuestras percepciones, pensamientos, emociones y sentimientos. Si bien son su soporte material, el organismo vivo y el sistema nervioso no alcanzan para hacer un cuerpo”.7 En el cuerpo hay deseo, lenguaje, una cultura que lo construye y prácticas que constituyen su manera de pensar, decir y hacer.

En síntesis, la Educación Física al definir al cuerpo como una construcción orgánica, deja por fuera al cuerpo, pues lo considera un organismo vacío de lenguaje; representándolo como un trozo de carne humana, lejos de ser lo que es el sujeto que constituyen las prácticas.

Cuerpos puros y humanos

Algo semejante sucede con la intención del Diseño Curricular de: “procurar una Educación Física humanista”. Humanismo, según el Diccionario de Filosofía, proviene del latín humanitas, humanidad, naturaleza humana (en Cicerón, cultura del espíritu, en un sentido semejante al de paideia en griego); o bien de humanus, lo que concierne al hombre.

En primer lugar, es interesante preguntarse ¿qué de todo aquello que rodea y produce efectos y transformaciones en el cuerpo es natural? Resulta pertinente investigar si es posible pensar ese estado natural de las cosas o es tan sólo una ilusión como expresa Michel Foucault por no querer concebir la vida aferrada, desafiada, comprimida por el poder. Aquí no se busca construir un paradigma cultural o histórico paralelo al paradigma natural, sino ver que el primero no puede sostenerse sin el segundo. Más aún el segundo transforma al primero hasta borrarlo o hacerlo desaparecer. "El primer cuerpo hace que el segundo ahí se incorpore".8 De modo tal que en razón del Otro resulta imposible volver a un estado de naturaleza “absoluta” como plantea el humanismo: son las prácticas y los modos de subjetivación los que permiten al sujeto constituirse y transformar su propio ser.

“Dirigirse como dominio de análisis a las "prácticas", abordar el estudio por el sesgo de lo que "se hacía" [...], el conjunto de los modos de hacer más o menos regulados, más o menos reflexionados, más o menos finalizados, a través de los que se dibujan a la vez lo que estaba constituido como real para los que intentaban pensarlo y dirigirlo y el modo en que estos se constituían como sujetos capaces de conocer, analizar y eventualmente modificar lo real”.9

Es allí, en las prácticas atravesadas por las relaciones de poder y los “juegos de verdad”10 donde se constituye y construye el sujeto.

“En este sentido, no existe ninguna actividad humana en cuanto tal, una actividad que pueda calificarse de trascendental. El orden del mundo es preexistente al sujeto e independiente de él y, por ello, entre el mundo y el hombre, entre el ser y el pensamiento, entre el “yo soy” y el “yo pienso” existe un nexo establecido por el discurso, por la transparencia de los signos lingüísticos y por la función normativa del lenguaje”.11

Las prácticas han hecho ser al sujeto lo que es, hace y piensa. Por ende ¿cómo es posible pensarlo fuera de ellas? Más aún, la vida en tanto estructura material y física, está en constante peligro de desaparición en tanto que la vida biológica es atravesada por un modo de vivir. En consecuencia ¿queda algo de natural?

Pensar el concepto de biopolítica desde la zoé implica naturalizar el cuerpo. En palabras de Roberto Esposito, el cuerpo es cada vez más atravesado por la técnica, por lo que la política penetra en la vida, en tanto que la vida se ha vuelto algo distinto de si misma, pues no existe una vida natural que no sea, a la vez también técnica.

El cuerpo encapsulado

Más allá de ese paradigma humanista que olvida que el cuerpo se construye con la cultura, el Diseño Curricular de Educación Física que estudiamos explicita llevar a cabo una práctica para la formación de personas autónomas: otro discurso que no presenta destellos de que vivimos y nos construimos con un Otro. Si se piensa al individuo como algo autónomo, como algo que se rige por su propia ley, algo que excluye al otro (y al Otro), como una “cápsula”, no se considera que el cuerpo excede esos límites carnales u orgánicos. Más aún, el cuerpo los excede de tal manera que hace desaparecer al ser viviente, constituyéndose en un efecto de un Otro simbólico.

Por ende, no es posible pensar un sujeto autónomo sino capaz de intentar, en palabras de Michel Foucault, el análisis de él mismo en cuanto ser históricamente determinado, en cierta medida, por la Aufklärung, entendida por Kant como un proceso que libera al sujeto del “estado de tutela”. Este último se refiere a un cierto estado de la voluntad que hace al sujeto aceptar la autoridad de otros, para su conducción en los dominios donde le conviene hacer uso de la razón.

“Pero, para que no se trate simplemente de la afirmación o del sueño vacío de la libertad, me parece que esta actitud histórico-crítica debe ser también una actitud experimental. Quiero decir que este trabajo hecho en los límites de nosotros mismos debe abrir por un lado un dominio de investigaciones históricas y, por el otro, someterse a la prueba de la realidad y de la actualidad, a la vez para captar los puntos en que el cambio es posible y deseable y para determinar la forma precisa que haya que darle a ese cambio”.12

Éste énfasis en la Aufklärung problematiza el modo de ser histórico, la constitución de sí mismo como sujeto autónomo, y la permanente reactivación de una actitud; es decir, de un ethos filosófico que se podría caracterizar como una crítica permanente de nuestro ser histórico.

En este sentido, el sujeto intenta analizar aquello que en sus prácticas es general, homogéneo y recurrente (características de las prácticas en el sentido foucaultiano) y que lo han constituido como sujeto del saber y como sujeto que ejerce o padece el poder. En síntesis el sujeto analizará aquello que es homogéneo (las formas de racionalidad que organizan su manera de hacer), sistemático (las relaciones de control sobre sus cosas, las relaciones de acción sobre los otros y las relaciones con él mismo), y por último, lo general (en el sentido de que han sido recurrentes hasta sus días).

Más allá de lo que postula la Aufklärung, lo que se pretende es que el sujeto comprenda cómo ha sido atrapado en su propia historia, de forma de traer a luz las relaciones de poder, ubicar su posición, encontrar sus puntos de aplicación o aplicaciones y los métodos usados. En síntesis, el poder está, es imposible salir de él, de modo tal que más que un sujeto autónomo, lo que es posible pensar es un sujeto con una actitud crítica capaz de analizar históricamente los límites que se le plantean con las cosas, con los demás y con él mismo.

A modo de cierre

Más que ideas, el presente escrito busca confeccionar las piezas del enigma para comprender el cuerpo de las prácticas corporales, en las que la función del intelectual pertenezca al maestro del cuerpo y no a las demás ciencias que intentan legitimarla con discursos ajenos y con lógicas distintas a las prácticas corporales.

En los tres discursos analizados que despliega el Diseño Curricular de Educación Física, se dejan ver tres cuerpos que olvidan las prácticas, la carga simbólica, el lenguaje y la cultura que los constituyen como tal.

En palabras de Roberto Esposito, la vida se forma de una modalidad drásticamente distante de su propia desnudez biológica. Si bien el nacimiento implica un proceso que tiene que ver de manera directa con la animalidad del hombre, es allí donde se establece la más tajante división entre el animal y el hombre, el organismo y el cuerpo, la política y la naturaleza. La llegada de un ser viviente al mundo ya esta ligada con una historia preexistente por un conjunto de símbolos, de lenguaje, que construyen un cuerpo diferente a aquel organismo que nace.

El cuerpo no es lo dado, sino que se construye. Y es aquello que está por fuera de su esencia de vida de ser viviente (el lenguaje, la cultura, las prácticas y el Otro) lo que lo constituirá como tal. En otras palabras, el cuerpo es una construcción, un producto que excede la condición de materia y se inserta en una condición simbólica y que, aunque se encuentre vinculado a la biología, no es precisamente esa biología, sino algo más allá, algo que se proyecta a partir de la palabra permitiendo la entrada en lo simbólico.

Bibliografía
* Castro, E., (2004). El vocabulario de Michel Foucault. Bernal, Universidad Nacional de Quilmes.
* Crisorio, R., Giles, M., (1999). Apuntes para una didáctica de la educación física en el Tercer Ciclo de la EGB. Buenos Aires, Inédito.
* Crisorio, R., (1998): Constructivismo, cuerpo y lenguaje. En Revista de Educación Física y Ciencia año 3. La Plata, Departamento de Educación Física FaHCE – UNLP.
* Diccionario de la Real Academia Española. Version on-line. http://www.rae.es/rae.html
* Dirección General de Cultura y Educación (2006). Diseño Curricular para la Educación Secundaria.
* Esposito, R., (2006): Bíos. Biopolítica y filosofía. Buenos Aires, Amorrortu.
* Foucault, M., (1996). Genealogía del racismo. La Plata, Altamira.
* Foucault, M., (1990). Tecnologías del Yo. Y otros textos afines. Barcelona, Ediciones Paidos.
* Foucault, M., (1996). Hermenéutica del sujeto. La Plata, Altamira.
* Foucault, M., (1996). ¿Qué es la ilustración? Madrid, La Piqueta.
* Lacan J., (1993). Psicoanálisis, Radiofonía & Televisión. Barcelona, Anagrama.
* Soler, C., (1993). El cuerpo en la enseñanza de Jacques Lacan. En Cuarto, Bulltín de L´ “Ecole de la Cause Freudienne en Bélgique, nro. 16.

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Cuerpos ausentes, cuerpos presentes. Lic. Ilze Gabriela Petroni

CIFFyH / ECI – UNC
CONICET

La relación de la fotografía con la (re)presentación de los cuerpos se remonta a su origen mismo como técnica de reproducción de un real existente.
Ya desde el siglo XIX el retrato cumplió diversas funciones: se configuró como forma de legitimación visual de la burguesía ascendente; como dispositivo de control/coerción policial y como forma de registro científico (medicina forense, psiquiatría, eugenesia, craneología), entre otras.
De allí que las prácticas fotográficas se encuentren estrechamente vinculadas con diversas estéticas y políticas de los cuerpos. Es decir, la fotografía ha coadyuvado a la regulación histórica de las formas aceptables y aceptadas en que éstos deben ser mostrados; y en ese mismo movimiento ha contribuido a normalizar sus sentidos válidos.

Cabe entonces preguntar por esos otros modos de fotografiar los cuerpos. Modos que desafían, resignifican o subvierten las formas dominantes.
Porque si el retrato fotográfico ha sido el género –hasta ahora hegemónico- de perpetuar en imagen a un cuerpo/identidad, es necesario interrogar algunas de esas otras operaciones fotográficas de reactualización y puesta en cuestión.
En este caso, abordaré aquellos casos en que el retrato sale del ámbito de producción/consumo privado para entrar en el espacio de lo público. Dicho en otros términos, esas imágenes que trascienden las memorias familiares para convertirse en marcas de la memoria histórica colectiva.
Me interesan así las prácticas fotográficas que, a partir de este género, empujan sus límites socialmente establecidos para convertirse –desde esta opción estética- en un discurso político crítico.
Ahora bien, al comprender al cuerpo como un espacio de lucha –material y simbólica-, en este trabajo analizaré dos de los intentos de tornar presente a los cuerpos ausentes. Presentizar esos cuerpos desaparecidos forzadamente durante la última dictadura militar argentina. Porque si el terrorismo de estado silenció 30.000 historias, los trabajos de Verónica Maggi y Gustavo Germano buscan restituirlas, visibilizarlas.
El análisis, entonces, se centra en una breve revisión histórica de los modos en que el retrato se constituyó como género fotográfico para luego abordar sus resignificaciones y subversiones a partir de dos prácticas fotográficas actuales. O lo que es lo mismo: desde dos modos diferentes de operar en relación con la noción de retrato y de “álbum familiar” para dar cuenta de la imposibilidad de clausura o sutura ideológica de este período de la historia argentina reciente.

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domingo, 9 de agosto de 2009

Legalidad-justicia, herencia-memoria... Sebastián Senlle Seif

Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
Maestría en Investigación en Ciencias Sociales.

En el trabajo que propongo, hay dos grandes temas que se presentan como entrelazados entre sí a través de una trama cultural que resulta inseparable a su vez de cada uno de ellos. El primero lo constituye el par legalidad-justicia (par que no resulta indivisible, pero que a efectos prácticos es presentado aquí como un tema conjunto) que será observado en este caso en su relación con los usos y costumbres, es decir en su inserción cultural a un entramado significativo que deseo situar en la Argentina del siglo XIX, período que se extiende desde las luchas independentistas hasta la formación del estado nacional moderno.

El segundo tema que quisiera traer a discusión está íntimamente ligado con el presentado anteriormente, motivo por el cual sólo es lícito tomarlo como tema aparte a efectos de lograr mayor claridad conceptual aunque al final se verá que no constituyen más que dos caras de una misma moneda. Este segundo tema podríamos definirlo con el par herencia-memoria. Si el eje trazado en el párrafo anterior nos llevaba al siglo XIX, éste nos hará pensar más en términos de actualidad pero refiriéndonos en ambos casos al mismo entramado cultural.
En estos dos ejes que acabo de esbozar, están presentes una serie de conceptos que resultan claves para el pensamiento de Jacques Derrida. Será este pensador francés quien nos provea de las categorías analíticas más importantes que se utilizarán en este estudio, las cuales no se agotarán solamente en las recientemente mencionadas.
En una primera instancia discutiremos en torno a la idea de justicia y de legalidad. Paralelamente al trabajo teórico de estos conceptos, cruzaremos imágenes que han quedado grabadas en la cultura argentina como las trazadas en algunas obras literarias donde se pone en juego la tensión entre las leyes y las costumbres, así como la justicia y la ley. Son los casos de “Martin Fierro” de José Hernández y el “Diálogo patriótico interesante” de Bartolomé Hidalgo. De esta discusión veremos que el derecho y la justicia se distancian en su máxima expresión, al poner en juego el trato corporal y sentimental de los sujetos implicados.
La aplicación de los elementos teóricos a los casos concretos de las obras literarias escogidas, nos darán el puntapié inicial para trabajar la temática de la herencia y la memoria planteada como segundo eje. Así, indagaremos nuevamente en la cultura argentina, reflexionando en torno al problema de la memorialización; ¿Hay modos legítimos de apelar a la memoria sin provocar crisis emocionales en quienes han sufrido directamente la injusticia? Aquí plantearemos también unos interrogantes acerca de los límites de lo “representable” (tanto “decible” como “mostrable”) como forma de activar la memoria. Se vuelve oportuno en esta instancia, pensar y revisar la idea de lo sublime estético como forma directa de apelar a los sentimientos más profundos de los destinatarios de la obra de arte.

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Introducción a quien pretende enseñar. Graciela Manjarrez Cuéllar

Quisiera compartirles uno de los trabajos parciales que hice para el curso Estudios Sociales del Cuerpo y las Emociones, de CLACSO, con la finalidad de seguir algunas discusiones que tuvimos. Los conceptos de las lecturas que tuvimos me sirvieron para interpretar la temática del habitus de la educación, me baso en un fragmento del libro de Paulo Freire. Espero escribir con la fluidez de una conversación.

En espera en la sala de un médico, pensaba en la línea delgada que hay entre la noción del cuerpo como objeto de estudio y la noción del cuerpo “propio”; en la línea delgada entre el pudor y la inspección médica, que no he sabido resolver, me lleva a los porosos terrenos de la ética. Mientras, hojeo un librito querido, el humanismo de Freire me regresa al cuerpo de las emociones y la crítica a la densidad humana. Ahora con las lecturas y los intercambios de lo compañeros del curso, leo la introducción pensando en el cuerpo.
Tomo el sentido amplio de educación, el que no solo está escolarizado, sino que constituye el habitus, lo aprendido incorporado con formas diversas, visibles o no, con lenguajes verbalizados o gestuales, una semiopraxis de la intersubjetividad en el espacio cotidiano, para relacionar el cuerpo con la educación. Anterior a la intención ideológica está la pedagogía del cuerpo, en sus tiempos antiguos, con la virtud como perfeccionamiento espiritual; desde la modernidad el cuerpo infantil se convirtió un proyecto social de sujeción de las emociones. Por ejemplo, La obra de Emilio o de la educación, de Juan Jacobo Rousseau, dedica una buena parte de su contenido, al desarrollo de la formación de los sentidos en el programa pedagógico. Para él, la formación humana, es “el prerrequisito primordial para el desarrollo de la moral, el conocimiento, el juicio, la virtud y, en general, para la sociabilidad y las formas de contacto con el mundo. Y todo lo anterior es posible, además, gracias precisamente a la perfectibilidad y a libertad humanas”. Educar al cuerpo es educar a la sociedad.
A su vez, el texto de Paulo Freire, Cartas a quien pretende enseñar, es fundamental para los que profesionalizan la educación, maestros, tutores, autoridades o aquellos operadores del conocimiento que movilizan los discursos en sus comunidades de afiliación. Desde las primeras líneas Freire provoca que la emoción del sentimiento del compromiso político y el placer guían sus palabras, partes escritas en el inter de los pequeños espacios que nos quedan del ritmo de productividad, en reconocer la humanidad de nuestra persona como el “sí mismo” entre las voces múltiples que hablan en cada uno de nosotros. “Abrir las puertas” de las aulas, de nosotros, para permitirnos escuchar inclusive los que pueden aparecer como contrarios, dice el autor, para darnos cuenta que solo ha aprendido de otra manera. ¿La democratización es un humanismo? me pregunto al leerlo, una religiosidad. Perdonar a los contrarios, hablarle a su humanidad, a sus sentimientos. Su lucha por una escuela democrática, aprender y enseñar de “un modo diferente”, en la comprensión de la vida toda con sus matices; alejada del proceso de transmisión-recepción pasivos de la pedagogía de la opresión social.
El diálogo es la estructura de comunicación que posibilita la empatía, no como una forma de cortesía sino como escucha fraternal, es decir, escuchar la voz interior. Agradece a sus cercanos, amigos y parientes, por su paciencia y diálogo, aún los no tan cercanos, como refiere de un empresario que conoció casualmente “me veía como malhechor del Brasil”, menciona, tuvo una recepción de su persona: “Fue un placer conocerlo de cerca. No diría que me convertí a sus ideas, pero cambié radicalmente mi apreciación sobre usted”, cita. ¿Quién podría fingir no voltearse hacia un personaje como Paulo Freire? su personalidad poderosa como un apóstol de la humanidad, un árbol que acoge a los oprimidos (hay un dibujo evocador que no pude poner aquí con la metáfora de un árbol, sus barbas como ramas, los niños en sus raíces), les da el lugar del aprendizaje, la posibilidad de la liberación en la ruptura del silencio. Hablar es poder, se podría decir, hablan los dominadores, se callan los oprimidos. El silencio también es una resistencia social, a la vez su propia atadura. Desaprender la opresión social, abrir las puertas cerradas a los descalificados por la dominación social que no pueden acceder a la escuela por ser trabajadores. La pedagogía de Freire es sobre el poder que también detentan los oprimidos en lo único que les queda: su cuerpo. Manos para trabajar, pies para movilizarse, sexo para reproducirse y divertirse, cabeza para la conciencia de la libertad, los sentimientos como cambio social.
Mientras la pedagogía de Rousseau busca domesticar las pasiones como defensa para entrar al pacto racionalista de la convivencia social, Freire busca liberar la opresión social en la comprensión del mundo para la felicidad mediante la alfabetización. El analfabetismo será para Freire, un obstáculo para la convivencia social, la “plena ciudadanía”, la escuela es el medio para lograr la liberación de los desposeídos. Los educadores progresistas habrán de educar con la práctica de “los predicados”, en la humildad, el amor, la paciencia, la alegría y la tolerancia, que no son un “regalo” de la naturaleza, hay que hacer oficio de ellos. A diferencia de Rousseau, con quien hay que imitar el “libro de la naturaleza”, donde se muestra el verdadero desarrollo humano. Diferentes momentos históricos, a otras preguntas otras respuestas, sin embargo, ambos se encuentran en la atención al cuerpo como vía-de logro personal, tecnologías del yo y en el imaginario del “sí mismo” que visualiza al cuerpo esperado por una colectividad, su imagen frente al espejo y el que se vive.
El cuerpo de Freire en su didáctica sería tanto la noción de sus partes, como la relación con ciertas áreas de conocimiento en su posición política, según el análisis de Liuba Kogan. También, siguiendo a la autora, es la relación del sujeto/cuerpo que interactúa en un entorno simbólico que establece qué es una “vida buena y cómo vale la pena vivirla”, aun cuando este análisis no corresponda a la época de Freire. Es una de las (des)proporciones del análisis, la temporalidad del analista y la del objeto de estudio, son operaciones de la investigación, según Certeau, que convierte la experiencia de la doxa en un tema, un tema en problema de investigación, una investigación en el corpus de la región abstracta de los conceptos.

Bibliografía
Certeau, Michel de, La toma de la palabra y otros escritos políticos, UIA/ITESO, México, 1995.
El cuerpo por educar, El cuerpo en el programa antropológico-pedagógico..
Freire, Paulo. Cartas a quien pretende enseñar, Siglo XXI, México, 1994.
Kogan, Liuba. “La insoportable proximidad de lo material: cuerpos e identidades en las ciencias sociales”, Debates en sociología, núm. 32, Revista de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en prensa.
--- Rodrigo Díaz Cruz “La huella del cuerpo. Tecnociencia, máquinas y el cuerpo fragmentado”, Tópicos del Seminario, julio-diciembre, número 016, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, 2006.

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